Nº 7. Entrevista a Ana Mainer, una flautista oscense en París

"ANA MAINER, UNA FLAUTISTA OSCENSE EN PARÍS"

Entrevista

por EVA GARCÍA, profesora de flauta del CPM de Huesca



Ana Mainer comienza sus estudios de Flauta Travesera a la edad de 8 años en el Conservatorio Profesional de Música de Huesca con la profesora Eva García, finalizando el grado profesional en junio de 2008. Posteriormente se traslada a Zaragoza donde finaliza sus estudios superiores en el año 2012 en el Conservatorio Superior de Música de Aragón (CSMA) con los profesores Fernando Gómez y Antonio Nuez. Poco después comienza su andadura europea y se traslada a París donde, además de continuar su actividad interpretativa en formaciones orquestales y de música de cámara, cursa distintos Máster (Pedagogía de la Flauta, Pedagogía del Lenguaje Musical, Música y Musicología...) que complementan su formación. Actualmente cursa un Máster de Interpretación de Flauta Travesera con Carlos Bruneel (Flauta solista de l´Orchestre Symphonique de la Monnaie, Bélgica). 
Ana es una apasionada de la música desde sus inicios en este mundo y hemos querido conocerla un poquito más a través de esta entrevista.

- ¿Cuántos años llevas tocando la flauta y por qué la elegiste como instrumento? Empecé a estudiar flauta a los 8 años. Recuerdo que me gustó mucho cuando, durante un concierto informal en mi colegio, una compañera mayor que yo tocó una obrita para flauta en clase de música. Me fascinó la manera tan original de sostener el instrumento y su timbre, tan parecido al de la voz humana.

- Estudiaste durante 10 años en el Conservatorio de Huesca. ¿Nos cuentas alguna anécdota o recuerdo especial? Ahora mismo no recuerdo ninguna anéctdota en particular, pero si recuerdo disfrutar mucho, además de la flauta, con las clases de piano complementario, de análisis y de fundamentos de composición. Sí recuerdo con mucho cariño mi prueba de lenguaje musical de acceso al conservatorio, que tuvo lugar en el edificio antiguo del Conservatorio con Aurora Gabarre y bajo la atenta mirada de Antonio Viñuales. Aurora nos pidió que cantásemos una canción que nos gustara y luego nos puso música para que caminásemos según lo que escuchábamos. Antonio permaceció muy callado y serio mientras se desarrollaban las pruebas, me pareció muy distante. Nada más lejos de la realidad, cuando pienso en que hace pocos meses aún le pedía consejo sobre mi vida profesional… le vamos a echar mucho de menos.

- Después de finalizar los estudios en el Conservatorio de Huesca, accediste al CSMA (Conservatorio Superior de Música de Aragón). Cuéntanos qué te motivó a hacerlo, cómo fue la toma de decisión y cómo lo tomaron en tu entorno. La flauta siempre me ha gustado mucho y le he dedicado mucho tiempo, todo vino de una forma bastante natural. Había muchas carreras y disciplinas muy distintas que me interesaban y me interesan mucho (fundamentalmente composición, en el ámbito musical, pero también el arte dramático, e incluso la biología, filología hispánica, filología francesa y filosofía), pero sencillamente no me veía a mí misma dejando de tocar o dedicándole mucho menos tiempo a mi instrumento. Por otra parte, tuve la suerte de contar con un entorno familiar inmejorable, sabía que mis padres me apoyarían en cualquier decisión que tomase y así fue cuando les dije que quería seguir estudiando en el CSMA.

- Una vez en el CSMA, ¿cómo fue la experiencia de estudiar cuatro años en un Conservatorio Superior en España? Fue una experiencia muy intensa, pero necesaria en una carrera profesional. En el CSMA hay mucho nivel y el conservatorio tiene unas instalaciones envidiables. Tuve la oportunidad de trabajar en orquesta y en música de cámara con compañeros y profesionales de los que pude aprender mucho, y la suerte de poder tocar regularmente en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. Teníamos master clases de todos los instrumentos muy a menudo. Las master clases de flauta de algunos de estos profesores supusieron una fuente de inspiración muy importante en mi carrera e incluso marcaron el inicio de mis estudios posteriores. De hecho, fue en el CSMA donde conocí a Emily Beynon, flauta solista de la Concertgebouw Orchestra, con la que más tarde he podido trabajar en clases particulares.

- Tras finalizar los estudios superiores tomaste la decisión de continuar formándote en el extranjero. ¿Nos puedes contar sobre ello?
Cuando terminé mis estudios superiores en 2012 no tenía trabajo y para mí era especialmente importante ser independiente económicamente lo antes posible, además de continuar mi formación. Conseguí una plaza de lectora de lengua española en un instituto cercano a París a través de una beca del Ministerio de Cultura y éste fue el trabajo que me permitió establecerme en París y, con una seguridad económica, informarme de las posibilidades de trabajo y de perfeccionamiento de estudios artísticos y pedagógicos para un músico en Francia. Ahora tengo el título equivalente en Francia a lo que sería en España el máster de pedagogía en las disciplinas de flauta y lenguaje musical, así como el máster de música y musicología en la universidad de la Sorbona y actualmente estoy estudiando un master de interpretación en el KCB (Royal Conservatory of Music de Brussels), con Carlos Bruneel.

-Actualmente continúas viviendo de la música fuera de España, concretamente en París. Cuéntanos en qué consiste tu actividad musical allí. Soy flauta principal (solista) del Ensemble Écoute de Musique Contemporaine de la Cité Internationale Universitaire de París desde su creación en 2014. Asimismo, soy miembro fundador de Gavarnie Ensemble, recientemente creado en 2017, con el que realizamos tanto conciertos clásicos como otras propuestas más novedosas que aúnan la música con otras artes, como el teatro o la literatura. También colaboro regularmente con distintos proyectos orquestales en París. Por otra parte, trabajo en el Proyecto DÉMOS en la Philharmonie de París, un proyecto de formación orquestal con vocación social para niños inspirado en El Sistema de Venezuela. Y, claro, por mis estudios de Máster, viajo con regularidad a Bruselas.

- ¿Tocas habitualmente ante el público? ¿A solo, con grupos de cámara, orquestas…? Sí, fundamentalmente con los dos grupos de música de cámara de los que he hablado, Gavarnie Ensemble y el Ensemble Écoute, pero también colaboro regularmente con diversas orquestas parisinas en distintos proyectos, entre los que se encuentra DÉMOS. En el marco de los Ensembles, el tipo de trabajo es variable: con Écoute a veces trabajo obras a solo del repertorio contemporáneo (como la Sequenza I de Luciano Berio o Debla de Cristóbal Halffter), pero fundamentalmente es repertorio para unos seis músicos con director o formaciones más pequeñas de música de cámara sin director (por ejemplo, hemos montado el Pierrot Lunaire de Arnold Schönberg; en Écoute solemos trabajar en esa plantilla de músicos, aunque a veces puede ser más grande, como en el caso de Tragedia, de Harrison Birwhistle); con Gavarnie el trabajo es a veces a solo, en recital con piano, o en formaciones camerísticas pequeñas, con repertorio original, fundamentalmente del s. XX, o con secciones de improvisación.

- ¿Qué es lo que más te gusta de tu vida actual en París a nivel musical? ¿Hay algo que no te guste? Me gusta mucho poder vivir de la música y tener la posibilidad de formar parte de proyectos muy distintos (recital, música de cámara, ensemble y orquesta), que abordan repertorio muy amplio e interesante, desde el clásico hasta el s. XXI. Lo que no me gusta es que a veces el trabajo de un músico (o de un artista en general) no está suficientemente bien pagado de forma general, ni en Francia ni en el resto del mundo. Sin embargo, yo puedo vivir de la música gracias al statut d’intermittence, que es una situación profesional particular en Francia. Literalmente sería “estado de intermitencia” y significa que el Estado tiene en cuenta el hecho de que un artista no realiza conciertos todos los días, pero que sin embargo debe prepararse todos los días para cuando los tenga, y paga una indemnización al artista por los días que no tiene espectáculo. Es decir, que si un artista puede justificar un número determinado de espectáculos declarados al año, el estado se compromete a pagar una indemnización mensual o anual al artista para completar su salario. Es parecido al freelance sólo que el estado francés “completa” mensualmente el sueldo del artista.

- ¿Y tu mayor reto musical allí?
Ahora mismo poder compatibilizar mis estudios máster de interpretación en Bruselas con mi trabajo artístico en París. En el futuro creo que el reto podría ser mantener una vida artística como la que tengo actualmente o todavía más intensa y poder encontrar un equilibro con la actividad pedagógica. Pero ya veremos!

- Desde la distancia, ¿cómo ves la enseñanza musical en España con respecto al extranjero? Aunque ahora mismo me encuentro entre Francia y Bélgica, sólo puedo decir que conozco bien el sistema de enseñanza musical francés, desde los principiantes hasta los profesionales. El sistema francés y el español son bastante distintos y el nivel de los ocho o diez primeros años de enseñanza musical es generalmente más bajo que en España, depende mucho de en qué conservatorio se realicen los estudios y de si los alumnos desean ser profesionales o amateurs (las asignaturas y la carga horaria varían mucho de un caso a otro). La principal diferencia es que los conservatorios como el de Huesca en Francia dependen de los ayuntamientos de cada ciudad o pueblo y no del Ministerio de Educación. A pesar de que haya textos oficiales del Ministerio de Cultura francés que rigen las enseñanzas musicales, esta relación con el ayuntamiento dota a los conservatorios de mucha libertad en la organización curricular, a menudo en la contratación de profesores y en la aceptación y promoción del alumnado, cuestiones todas ellas que inciden a veces negativamente en la calidad de la enseñanza. Sin embargo, hay algunos conservatorios muy bien considerados en Francia, en los que se imparte el equivalente de las enseñanzas elementales y profesionales, donde acuden a formarse los alumnos que desean comenzar estudios superiores más tarde. De forma general, para estos alumnos el Conservatorio Nacional Superior de Música de Paris es la meta deseada, seguida, si no hubiera suerte en las pruebas de entrada, del Conservatorio Nacional Superior de Música de Lyon. En estos dos conservatorios se pueden realizar estudios de Master y Doctorado. Por otro lado, sobre todo en la región de Île-de-France de la que forma parte la ciudad de París, hay otros conservatorios llamados normalmente Pôle d’Enseignement d’Enseignement Supérieur de la Musique, que son mucho menos conocidos y de menor prestigio, donde se pueden realizar estudios de licenciatura (en Francia duran tres años). En España tenemos más conservatorios superiores pero el nivel de máster oficial no existe en la mayor parte de ellos y, si es el caso, no todo el mundo puede permitírselo, ya que normalmente tienen un precio abusivo, mientras que en Francia (y en general en el resto de Europa) la matrícula de un año de máster cuesta prácticamente lo mismo que la de un año de licenciatura. Esto es válido para muchas especialidades universitarias, no sólo la musical, y me parece que es algo por lo que deberíamos luchar para que cambiara en España. Actualmente considero que la situación de la enseñanza musical en España podría resumirse así: formamos músicos jóvenes con una buena (o muy buena) base que luego tienen que salir (lo quieran o no) para completar estudios superiores y que, debido a una crisis económica impuesta, luego no pueden, en su mayoría y si lo desean, regresar a España para trabajar. Es una pena.

- ¿Consideras necesario que, hoy en día, un estudiante de música continúe su formación en algún país extranjero? Al margen de lo que he expuesto en al final de la pregunta anterior, considero que la inmersión en la cultura de un país diferente del país en el que crecimos es siempre muy interesante y enriquecedora para cualquier persona, tanto en el ámbito personal como profesional. En el caso de un músico me parece particularmente importante, ya que los estudios musicales superiores son muy intensos y muchas veces es necesario un cambio de perspectiva que te permita encontrar tu camino profesional. Por otra parte, los músicos tenemos la suerte de que el lenguaje musical es universal, lo que nos permite conocer de una manera mucho más intuitiva y directa la cultura y la tradición musical de un determinado país. Por último, la formación en otro país permite conocer más fácilmente a otros profesores y establecer contacto directo con músicos de otros países para realizar distintos proyectos.

- Me gustaría que dieras algún consejo a los alumnos actuales, tanto a los que están comenzando sus estudios como a los que los están terminando. Una vez finalizados mis estudios en el Conservatorio de Huesca, con la distancia que da el paso de algunos años y las vivencias en otros países, me doy cuenta de que realmente tuvimos (¡y los alumnos actuales tenéis!) mucha suerte con el profesorado y las instalaciones del centro. Puedo asegurar que no es lo habitual y recomendaría a los alumnos, a los que empiezan los estudios musicales y a los que los terminan, que aprovechen al máximo el Conservatorio de Huesca para adquirir una base sólida que les permita iniciar futuros estudios superiores de la mejor forma posible. Además, animaría al alumnado a acudir a tantos conciertos como sea posible, sean o no de música clásica o de su instrumento, y a realizar el máximo de conciertos posible dentro y fuera del conservatorio. Por ello aconsejaría, especialmente a los alumnos más mayores, que, además de estudiar mucho en casa para sus clases y proyectos individuales, dediquen una especial atención al trabajo de orquesta y de música de cámara, ya que la práctica colectiva constituye el centro de la actividad de la mayor parte de los músicos profesionales. En este sentido, considero importante no limitarse al repertorio y al trabajo de clase, sino lanzarse de forma autónoma a la búsqueda de obras del repertorio camerístico para el instrumento y a la exploración de las posibilidades de la música en diálogo con otras artes, como la danza o el teatro.

- Añade lo que quieras. Quería aprovechar este apartado para darte las gracias por la entrevista, Eva! 

Ana Mainer y Eva García con Emmanuel Pahud


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